Confidencial - Diálogo Bio-Ética

Paciente- Buenos días doctor, venía para conocer los resultados de mi última analítica.

Doctor- Pase Vd. y siéntese por favor. Hay algo importante de lo que debo informarle.

P.- Muy bien doctor, Vd. dirá..

D.- Espero Sr. Varela, que en este caso, haga Vd. gala de la misma discreción con la que este Centro llevó su incidente con el preservativo.

P.-  No le entiendo doctor. Le rogaría no me recuerde ese incidente de nuevo. A estas alturas creo haber purgado con creces mi pecado.



D.-  Ruego se ponga cómodo y escuche. Lo que voy ha decirle, puede resultarle mas duro que la simple extracción de un preservativo, utilizado de forma incorrecta.

P.-  Dígame Vd., creo estar preparado para escuchar su diagnostico, sea cual sea.

D.- De acuerdo, pero antes quiero refrescar un poco su memoria.
      ¿Recuerda Vd., que cuando vino para que le fuera extraído el preservativo con la mayor discreción posible, nuestro Centro, le presentó un impreso para obtener su permiso para la intervención?

P.-  Sí, sí, lo recuerdo perfectamente.

D.- Pues bien, dicho impreso no era simplemente un permiso para la extracción de la goma, no. Ese documento del cual no quiso Vd. recoger su copia, es algo más.

P.-  ¡Como!

D.- Bueno, lamento comunicarle que lo que Vd. firmó es una concesión personal a nuestro Centro, para realizar una intervención de gran transcendencia técnico-científica.

P.-  ¡No sé donde quiere llegar Vd., doctor!

D.- Antes de nada, quisiera recordarle que dada su especial situación en esta sociedad, deberá pensar y meditar cualquier decisión que tome, a partir de ahora.

P.-  Mire Vd., doctor, no temo su diagnostico, pero si el mismo está relacionado con el VIH, puede estar Vd. tranquilo, porque con la fuerza de mi Fe y su discreción, lo afrontaré dignamente.

D.-  No se preocupe Vd. anticipadamente, hoy por hoy su vida no corre peligro y afortunadamente para Vd. y su descendencia ahora mismo el VIH no está presente en su cuerpo.

P.-  Gracias doctor. Entonces, no comprendo a que viene todo este ceremonial, ¿Acaso tengo alguna enfermedad terminal?

D.-  ¡Por Dios!, Sr. Varela, tranquilícese ya que su sintomatología no obedece a ninguna patología, sino que es algo totalmente normal, teniendo en cuenta el tratamiento que recibe Vd. desde hace tres meses. Por lo tanto deberá seguir el mismo, bajo una vigilancia mas estrecha, si cabe.

P.-  ¿Entonces…?

D.-  De acuerdo  Sr Varela, no daré mas vueltas e iré directamente al grano.

P.-  Bien, doctor.

D.-  Resulta que cuando vino Vd., para que le fuera extraído el preservativo, además de solucionarle ese problema menor, nuestros especialistas le practicaron una intervención mucho más sofisticada, para la cual concedió Vd. su permiso al firmar el impreso sin tan siquiera haberlo leído.

P.-  ¡¿Me está Vd. diciendo que fui engañado?!, ¡¿Qué me fue practicada una operación distinta a la requerida?!

D.-  Si Vd. quiere decirlo así, le comprendo, pero la verdad es que Vd. fue intervenido legalmente y no solo para desatascar su tracto rectal, que también, sino para hacerle participe del mas grande experimento científico que en el campo de la Biomedicina se está realizando en este país. Así es que, espero que sus convicciones religiosas y morales compatibles con la vida, no sean un obstáculo para continuar con el experimento.

P.- Bien doctor. ¡Esto es el colmo!, ¡Dígame de una vez de que me está hablando!
      ¡Celebro misa castrense a las seis y para mi la obligación y la devoción son lo mismo!

D.-   ¡De acuerdo, Padre! ¡Ha sido Vd. felizmente embarazado de un embrión humano!
Está Vd. en la semana doce de la primera gestación ectópica post Vitro de este país.


P.- ¡Me…Dios!

Autor: Bitarracho

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